ESPADA
de Sancho IV “el Bravo”
rey de Castilla y León (España, 1284)
Patrimonio de la Catedral de Toledo (España)
Esta espada es, posiblemente, una de las más bonitas y mejor conservadas de la Edad Media (siglo XIII). Se encontró en la catedral de Toledo, junto a los restos del rey Sancho IV. La guarnición es de bronce, con cruz de gavilanes rectos, un poco curvados y bellamente cincelados en lo que parece una inscripción arábiga. Pomo cilíndrico del mismo material y decoración de la cruz, así como las dos virolas. Puño fusiforme de madera oscura que podría ser de ébano y que lleva incrustados tres medallones de esmalte en los que se repite el escudo de Castilla y León.
La hoja recta, con pulido de espejo, a dos mesas y con dos filos hasta la punta. Lleva un vaceo por cada lado con sendas inscripciones de caracteres versales góticos bastante borrosos. Luce dos segmentos circulares en dorado, burilados con delicados dibujos.
Conserva la vaina, algo poco común en esa época y, está formada, por dos láminas de madera forradas con fino cuero de color rosa. Luce una contera de bronce en forma de uve y dos abrazaderas de cuero para sujetar las correas de ceñir.
Izquierda superior: Sancho IV en una miniatura medieval del siglo XIII. Izquierda inferior: detalle del puño con armas de Castilla y León.
Derecha: Sancho IV, óleo pintado por José María Rodríguez de Losada, que se encuentra en el AYUNTAMIENTO DE LEÓN.
Sancho IV “el Bravo”, rey de Castilla y León, 1258-1295, hijo del rey Alfonso X “el Sabio” y de la reina Violante.
Nació en 1258 en la ciudad de Sevilla y murió en Toledo en 1295, siendo enterrado en su catedral, en cuyo mausoleo se encontró su espada que, gracias a ese hallazgo, hoy podemos disfrutar.
Don Fernando de la Cerda era el heredero y sucesor de Alfonso X, pero a la muerte de éste y según el derecho castellano, le correspondería a su hijo y nieto del rey.
Sancho, su hermano, no estaba de acuerdo y se acogió al derecho romano para ser nombrado rey. Esta argucia en su sucesión trajo muchos problemas y guerras internas.
Además de sus interminables luchas por el poder, debemos destacar en este rey, su dedicación al conocimiento, ya que fue, casi, tan activo como su padre el rey Alfonso X “el Sabio”.
ESPADAS DE PERSONAJES HISTÓRICOS DE ESPAÑA
Autor: Vicente Toledo Momparler